Con 16 años tengo miedo a vivir

¿Cómo puedo enfrentarme a mis mayores miedos cara a cara, si estos están cubiertos  por la espesura de las tinieblas? Conozco sus nombres, sus formas y cuánto pesan, pero sus rostros siguen siendo difusos y eso es lo que peor llevo. Os pondré en  situación:

Durante mis dieciséis años  que llevo de vida, he estado abandonado y perdido entre los costados  de una cadena montañosa helada. Lo único que conozco es el viento, los copos de nieve y las noches nubladas.  ¿Cuáles serán mis propósitos una vez fuera, si me he criado en la monotonía?

Desde que nací tengo la esperanza de que cuando consiga escapar de este infierno blanco encuentre un lugar  con muchos colores. Pero, ¿y si son demasiado chillones y me dejan ciego? Quizás tengo a mi tierra menospreciada y me está resguardando de los peligros que me puedan esperar más allá.  

No creáis que vivo solo. Siempre me acompaña una chica de mi edad. La aprecio mucho y es bastante intuitiva por cierto. Si sigo aquí narrándoos esto, es gracias a ella. Cuando hay avalanchas y la nieve me cubre al completo, ella consigue localizarme antes de que el pánico acuda a mi por no saber dónde está el cielo y morirme ahogado. Espero que todos los seres humanos, en especial las mujeres, estemos considerados y consideradas como grandes héroes, porque si no es así, los villanos y villanas de pueblos lejanos, deben de estar ciegos al no ver más allá que cuerpos. No creo que se dé el caso, seguro que son más civilizados y van muy avanzados que nosotros dos con tanta inexperiencia en la vida.

No sé si comprenderás la situación que vivo. Seguro que me juzgarás y despreciarás al yo saber menos que tú cuando tenías mi edad y de no aspirar a servir tanto como tú para la sociedad. Pero solo suplico que por un instante dejes de criminalizar a los que nos encontramos en mi situación,  y céntrate en las personas que nos han hecho vivir así.

AQUÍ LA VERSIÓN EN VÍDEO DEL RELATO

 Escrito por: Javier Zamora Chacón.